Realizar este tipo de trabajos hace que cada vez nos guste más nuestro oficio y nos indica que llevamos un buen camino para conseguir grandes objetivos.

Para la última restauración de la Plaza España de Sevilla, ha sido necesario cambiar 800 m2 de suelo hidráulico que estaba bastante deteriorado. Como es lógico, este suelo tenía que ser lo más parecido posible al antiguo.

Los constructores encargaron la fabricación de este suelo a un fabricante de la zona, el cual, una vez fabricada las baldosas hidráulicas se dio cuenta que el color era bastante más claro que el del suelo que estaba colocado. 

La fabricación de este tipo de suelos no es nada económica, un operario puede fabricar unos 8 m2 diarios.  Una vez que había surgido el problema, el fabricante se puso en contacto con nosotros para ver si podíamos solucionarlo. Realizamos varias pruebas y conseguimos tonalizarlo y acercarnos al color del suelo hidráulico antiguo.

A falta de no más de una semana para la inauguración, se pusieron en contacto con nosotros para realizar el trabajo. Esto lo condicionó todo, esa semana no había descanso y era un hervidero de máquinas y operarios andando y trabajando en toda la plaza. 

Nuestro trabajo no quedó todo lo bien que nos hubiera gustado debido a estos condicionantes. No pudimos realizar la limpieza final de obra y tampoco se respetaron los tiempos de secado antes de pisar. No obstante, después de 5 años se puede apreciar perfectamente, en que zona hemos trabajado y cual no, lo que demuestra que los productos usados son muy eficaces para el tratamiento de exterior.